16/10/09

EVANGELIO DEL DÍA VIERNES XXVIII ------------------------------TEXTO DEL EVANGELIO (Lucas 12, 1-7)
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehena; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos. ------------------------------------------------------------------------------------PALABRA DEL SEÑOR

Hoy se hace especialmente urgente para el cristiano el ser un hombre, una mujer, de una sola palabra, de «una sola vida», sin utilizar máscaras o disfraces ante situaciones en las que puede ser costoso mantener la verdad, sin preocuparse excesivamente del «qué dirán» y echando lejos los respetos humanos, rechazando toda hipocresía. Santo Tomás de Aquino enseña que la veracidad es la virtud que inclina al hombre a decir siempre la verdad y a manifestarse al exterior tal como se es interiormente. Imitemos a Jesús en su amor a la verdad, hagamos el propósito de huir de la mentira y de todo aquello que suene a falso ------------------------------------------------------------------------ P. FRANCISCO FERNANDEZ

No hay comentarios: